Mejores balnearios para relajarse en Galicia

Galicia ofrece una amplia oferta en balnearios por la calidad de sus aguas. Cerca de la frontera con Portugal a minutos de Baiona, se encuentra el “Atlántico”, un hotel que se ha convertido en una de las joyas de la talasoterapia. Aquí se aprovecha el agua de mar para proporcionar bienestar al organismo, incluyendo la utilización de barros, algas y diferentes tipos de sales.

El Louxo La Toja es un espacio que ofrece diferentes servicios en estética y salud basados en el agua de mar, destacando el hidromasaje, peelings y los tratamientos con limos y lodos. También brindan diferentes tipo de masajes relajantes para relajar los sistemas y el cuerpo en general.

A Quinta da Auga, combina el balneario con casa de turismo rural, donde se ofrece diferentes tipos de tratamientos para mejorar el interior y exterior del organismo. Es un espacio donde prevalece la tranquilidad y la relajación.

El balneario de Guitiriz se encuentra ubicado en la provincia de Lugo, que además de su piscina termal, cuenta con hidromasaje, masajes, masoterapia, parafango, peeling, inhalaciones, aerosoles y un campo de golf para la distracción y el esparcimiento. Cuenta con servicios sanitarios orientado a enfermedades y atención de patologías agudas haciendo frente a cada una de ellas para mejorar la calidad de vida de cada paciente.

El hotel Nagari, situado en la alameda viguesa, destaca por su modernidad y por su spa y los tratamientos que en el ofrecen, además por su servicio 5 estrellas y la comodidad de sus habitaciones.

El Augusta Spa Resort es muy usado por la amplitud y comodidad de sus instalaciones, lo que lo convierte en el espacio ideal para toda la familia. Cuenta además con una gran cantidad de piscinas.

El Spa Nanín Playa ubicado también en Sanxenxo, que cuenta con playa privada lo hace un espacio ideal para descansar.

El balneario de Compostela, ubicado a pocos minutos de Santiago, en Brión, es un lugar de escape ideal para relajarse y equilibrar las energías. Fue re inaugurado en el año 2004.

Esther R.

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