Sus inicios datan desde el año 1816, y es uno de los balnearios más concurridos de España. Sus instalaciones corresponden a un edificio de piedra, una magnifica construcción de una sola planta de 50 metros de longitud.
Es en 1898 con la desamortización de Mendizábal cuando paso a manos del ayuntamiento. En 1993 su edificación fue objeto de una importante remodelación, aunque aún se mantiene el encanto histórico.
Este balneario ofrece aguas sulfurado – sódicas, fluoradas, alcalinas, litínicas y radiactivas, las cuales emanan unas temperaturas de entre 22 y 28 grados centígrados.
Las propiedades de sus aguas termales son ideales para tratar problemas del aparato digestivo, tratamientos del aparato respiratorio, trastornos del metabolismo, reumatismos y dolencias de la piel. Dentro de los programas que ofrece están los baños, hidromasaje, las duchas, los chorros, las nebulizaciones, las inhalaciones y las pulverizaciones.
Entre los programas de hidromasaje encontramos el suave, el intenso, entre los baños el estático, y los tratamientos complementarios como el masaje (para contracturas y problemas circulatorios) y el parafango.
Por ejemplo, el parafango combina los fangos o lodos con parafina, aplicando en las zonas afectadas del cuerpo a una temperatura de 46 grados centígrados, alcanzando un efecto relajante y analgésico, ideal para tratar afecciones reumáticas o contracturas musculares.
Los inhaladores, por su parte, se indica para tratar problemas respiratorios, con propiedades antiinflamatorias y contribuye a la limpieza de las vías respiratorias mediante el efecto fluidificante y su acción mocolítica para el aclaramiento muco – ciliar.
El gran balneario de O Carballiño esta rodeado de parques naturales con pinos, robles y eucaliptos, y se encuentra en las orillas del río Arenteiro. Sus aguas minero – medicinales lo convierten en uno de los más prestigiosos balnearios de España.
Fue también refugio y lugar de descanso e inspiración de personajes como la escritora Doña Emilia Bazán, espacio elegido para escribir la obra “EL Cisne de Villamorta”.
Esther R.